lunes, 25 de abril de 2016

Los libros de mi vida

De nuevo una actividad del Máster me inspira para dejar aquí unas líneas. En esta ocasión, me pedían un Autorretrato Literario.

AUTORRETRATO LITERARIO



Siempre quise ser escritora. Es más, cuando era muy muy pequeña, cuando todavía no sabía ni hablar bien, en casa me preguntaban… ¿tú qué quieres ser de mayor?  Y yo siempre respondía: “Yo de mayor voy a sed edscritoda”  Sin saber muy bien lo difícil que eso era, pero teniendo muy claro que yo quería poder escribir aventuras de misterio y resolver crímenes con mis historias. En otro momento también quise ser detective y criminóloga, pero eso es otra historia…
Lo que siempre estuvo claro en mi cabeza era que no podría vivir sin los misterios y las aventuras de resolver crímenes y encontrar a los asesinos, ladrones o estafadores…podría haberme hecho policía, pero eso era demasiado aburrido, mejor…escritora.

Todavía no he llegado a serlo, pero por ahí tengo bien guardado un pequeño manual de Cómo escribir novela negra que desempolvaré algún día para sentarme a plantear mis primeras líneas, mientras, me he conformado con meterme en la piel de Triexie Belden, cuando era una enana y empezaba a leer, alguno de Los Cinco, y más adelante, Enrique, el protagonista de El Anticuario, Alice Gould, de Los Renglones Torcidos de Dios o Mikael Blomkvist en cualquiera de las historias de  Stieg Larsson.
Aún recuerdo ese momento en el que empecé a estudiar en Literatura a la Generación del 98, concretamente a Unamuno. Hasta ese momento la asignatura para mí no había sido gran cosa, parte por los profesores, parte porque  la época medieval y de los primeros siglos no era muy emocionante para mí… Pero llegó Unamuno, y leí el argumento de Niebla, conocí por primera vez el significado de la Intrahistoria. No podía creerlo, ¡qué gran idea! Y me leí Niebla, una, dos y mil veces. Me quedé fascinada por la forma en la que aquel escritor que luego se convertiría en uno de mis favoritos contaba aquello, una genialidad! Y entonces la literatura dejó de ser una asignatura más, y comenzó a apasionarme, empecé a relacionar la literatura con la lectura, que hasta entonces para mi habían sido dos cosas muy diferentes, entendí que se puede leer por placer otros libros escritos mucho antes, que hay auténticas obras de arte escondidas y esperándome en las bibliotecas y desde entonces, la literatura se convirtió en algo imprescindible para mí.
Como ya he dicho antes, por ahora estoy al otro lado de los libros, en el lado de los que los leen, pero alguna vez y aunque sólo sea una vez para probar esa sensación, escribiré esa historia que tengo guardada y desempolvaré el manual de novela negra….Alguna vez….


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