jueves, 1 de agosto de 2013

Párate y no me sueltes

A mi padre, 

"Párate, Mira a los lados. Ahora mira hacia detrás. ¿Qué ves? Millones de buenos momentos felices...Recógelos, cárgate los bolsillos. Vale, ahora mira hacia delante. Puedes seguir el camino, pero vé despacio, que vas cargado y no llevas prisa. ¿Me ves? Voy a tu lado, de tu mano, así que no me sueltes".


A mi madre, 

" Y de pronto abrió los ojos, y se encontró una mano que le daba calor, unos ojos que la miraban con amor, y una voz que le trasmitía confianza y tranquilidad. Y entonces lo supo, entendió que jamás estaría sola, porque en lo más profundo de su corazón siempre iría de su mano, ella jamás la soltaría, y siempre la ayudaría a continuar, porque ella era su madre, y nada hay comparable a una madre".