lunes, 14 de enero de 2013

El día que Momo despertó


Cuando llega febrero

Cuando llega febrero todo se vuelve del color del carnaval, el Dios Momo despierta de su largo letargo y abre el manto rojo que lleva un año esperando. Cuando Momo se despierta, lo hace al son de nuevas las letras. Letras que suenan a ritmo de 3x4, y lo hace con la única intención: que disfrutemos, riamos, y nos emocionemos, o lo que es lo mismo, que sintamos.


Febrero es risas, pero también es crítica, es desquite y burla, febrero es carnaval, pero empieza en enero. Con las primeras coplas una siente como el veneno que estaba tranquilito se empieza a remover por las venas, el estómago cosquillea y la alegría lo llena todo, una alegría incontrolada que está preparada para salir… hasta que suenan los primeros acordes del primer coro que abre el telón del Falla en la primera sesión, entonces, como si de un bote de serpentina bien cerrado se tratara, ese veneno explota y sale con toda la fuerza que puede, y lo inunda todo, y ya no hay retorno, hemos entrado en el carnaval y ya sólo podremos vivirlo al máximo.


Señores, ha llegado el carnaval, el mes de la alegría, así que, si me lo permiten, voy a disfrutar al máximo de cada uno de los acordes y las letras de este nuevo carnaval. Disfruten y aprecien  esta cultura tan nuestra, este referente andaluz de nuestro arte. Respiren Carnaval por los cuatro costados. Y ríanse, Porque esto es carnaval!!

miércoles, 2 de enero de 2013

Con los mejores deseos….



Foto: Martagmera
Este año que ha terminado ha sido duro para todos, las circunstancias económicas no son las más deseadas, pero como ya he comentado en alguno de mis posts, hay que buscar el lado positivo a la vida. Este 2012 ha sido el de la montaña rusa. Hemos vivido momentos muy críticos pero otros muy buenos. Estos momentos tan críticos agudizan nuestra imaginación y nos hacen plantear nuevos retos para sobrevivir a las circunstancias.

Desde diferentes colectivos hemos podido ver como se ponían en marcha iniciativas para luchar contra las injusticias sociales, para potenciar las ventas y el consumo, para dar a conocer las tiendas del barrio y los negocios locales. Hemos visto como los pequeños empresarios se estrujaban el cerebro para crear actividades que reactivaran las compras y, sobre todo, hemos visto el talento. El talento que este país ha demostrado que tiene, las cosas buenas que somos capaces de hacer. No somos ciudadanos de tercera, somos personas con sentimientos que son capaces de unirse para una causa.



Esta es la esencia del positivismo, siempre alerta, siempre pensando, siempre creando.



Este año que termina abre paso a uno nuevo, como viene pasando siempre. El nuevo año lo viviremos rodeados de nuevas iniciativas y actividades en esta misma línea, porque la situación económica, desgraciadamente no se la han llevado las campanadas de fin de año, pero una cosa está clara. Si hemos llegado hasta aquí, podremos llegar hasta donde nos propongamos.

Es curioso que esta es la época no sólo de los balances, sino también de las buenas acciones y los buenos propósitos, y eso no es malo, ni mucho menos. A veces, con nuestro ritmo frenético de vida, necesitamos que algo venga, nos pare, y nos diga: “Ahora!, es el momento, es tu momento”. Siempre que sirva para despertar en nosotros valores de solidaridad y humanidad, bienvenido sea!.

En la típica lista de propósitos del nuevo año, yo nunca pongo demasiado, para que no pase eso de eternizar una lista que no se completa nunca. En mi caso particular, suelo ver lo que ha ido bien, y pensar que al sumar un año más, al menos, con conseguir alguna cosa buena más, ya habremos mejorado. En este año que dejamos atrás, he tenido tantas cosas buenas que sólo ese pensamiento ya me reconforta para el 2013.


Foto: Martagmera
Mi balance es sencillo, cerrar algunas cosas ha merecido la pena; conocer a algunas personas nuevas, ha sido un privilegio; conseguir alguna meta marcada, un reto conseguido; pero lo mejor de todo, seguir manteniendo a las personas tan maravillosas que tengo por familia, es irremplazable.

Ser afortunada por vivir rodeada de personas maravillosas es vivir siendo feliz, por ello, para el nuevo año mi lista será cortita, y con un único propósito: seguir disfrutando de los pequeños momentos del día que convierten la vida en positiva y hacen que merezca la pena seguir respirando fuerte.