domingo, 31 de marzo de 2013

Hitch, ese viejo gordito

Una vida entregada al suspense

Este fin de semana, el Sr S y yo queríamos ver algo de cine bueno, así que nos decidimos por Hitchcock, la película de Sacha Gervasi. Pero, como con todo lo que respecta al cine, nos gusta hacer las cosas a nuestro modo, así que antes de sentarnos a disfrutar de la historia del maestro del suspense, no pudimos evitar revisionar su gran obra maestra, Psicosis

Es cierto que ver esta película de 1960 en el año 2013, cuando parece que en el cine está todo inventado puede ser algo aburrido, pero la verdad es que a mi más bien me hace darme cuenta de que los grandes genios escasean en el panorama del cine actual. También es cierto que te ayuda a entender que como gran director que es, al Sr Hitch le va bastante el excentricismo, algo que parece ser un factor común para muchos de los apasionados a este arte, y de lo que hay que quedarse siempre con la parte buena, la pasión que derrochan cuando encuentran "esa" idea. 

Volviendo a Hitchcock, lo bueno de ver una peli sobre un director importante es que aprendes muchas cosas sobre él que no sabías, (y eso que yo lo estudié en la facultad), por ejemplo que Vértigo no tuvo todo el éxito que se esperaba, o que al viejo gordito le obsesionaban las rubias... Estos pequeños detalles a menudo te ayudan a entender mejor sus historias y a ver sus películas con otros ojos. 

Por otra parte, las películas biográficas pueden ser algo aburridas, pero, el punto de vista desde el que está contada esta es lo que la hace más interesante, los entresijos del rodaje de psicosis, la cantidad de obstáculos por los que el director tuvo que pasar, tanto en la parte profesional como en la personal, y la gran obra de arte que consiguió hacer gracias exclusivamente a su esfuerzo y al de Alma, la gran olvidada. 


La cabeza pensante
Alma, su mujer, representa a la figura en la sombra, esa mujer discreta que no sale en los créditos pero que es gran culpable de las obras de arte del viejo gordito. Alma Reville es, según nos cuenta la película, no sólo la esposa del director, sino que es parte culpable del guión de la película, aunque lo más importante que desvela es que el montaje final de Psicosis se lo debemos a ella. 


Ciertamente, estas líneas no son una crítica de esta película,si así lo fueran estaría en "cine a poquitos". Se trata, más bien, de traer a la memoria a este viejo creador de casi medio centenar de películas, tan maravillosas como La Soga, Con la muerte en los talones, o El hombre que sabía demasiado, predecesoras de Psicosis, la primera que tuvo que producir y a partir de la cual, ya no dejó de hacerlo en las seis que vinieron después, como Los pájaros o Cortina Rasgada. Esta larga lista de filmes nos demuestra que los grandes pueden tener la cabeza llenas de grandes ideas, o pueden saber como hacer grande una idea desconocida.